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Las voces de «La escuela que viene»

visual La escuela que viene

“Es el momento de hacer una escuela contemporánea. Todo lo que está pasando tiene una dimensión histórica. Queremos saber qué ha supuesto la crisis sanitaria para el replanteamiento del valor y el sentido de la educación. Por eso, lanzamos el programa La escuela que viene. Reflexión para la acción. El director de la Fundación Santillana, Miguel Barrero, lanzó hace unos días uno de los proyectos más ambiciosos que la institución ha puesto en marcha en los últimos años.

Las palabras colaboración y diálogo tomaron más sentido que nunca durante una hora de conversación en la que más de 1 800 personas estuvieron, todos a una, sumando voces y aportando ideas para el futuro que se le abre a la escuela.

 

Todos unidos aportando ideas

La crisis de la COVID-19 unió a cientos de personas en torno a la educación en este encuentro, a los problemas que se están generando en el ámbito educativo, a las preocupaciones más acuciantes de familias, docentes, administraciones, directivos de centros, especialistas en asuntos que tienen que ver con el ámbito educativo.

El pasado mes de marzo, millones de escolares de todo el mundo salieron de la escuela. En ese momento hubo que improvisar un nuevo sistema educativo para que el muy pocos estaban preparados. ¿Cómo hemos reaccionado? ¿Qué es lo que está por venir? ¿Vendrán repuntes de esta pandemia? ¿Tenemos que ponernos en marcha a toda velocidad para poder afrontarlos desde la escuela?

Fue un encuentro en el que participaron los referentes educativos Alejandra Cardini, directora de Educación de Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento de Buenos Aires); Alfredo Hernando, creador del proyecto Escuela21; Carlos Magro, presidente de la asociación Educación Abierta; y el director de Fundación Santillana, Miguel Barrero, que intervendrá como moderador.

Desde Fundación Santillana siempre hemos considerado que debates, análisis y reflexiones de este tipo son imprescindibles en todo momento, pero este es excepcional. Queremos saber qué ha supuesto la crisis sanitaria para el replanteamiento del valor del sentido de la educación. Más que reflexión o debate, “se trata ya de una cuestión de responsabilidad”, tal y como remarcó Miguel Barrero en su intervención. Por eso, nuestro objetivo es replantear la educación desde diferentes puntos de vista. Y lo hicimos a través de una lectura colaborativa de este momento histórico que vivimos.

 

Asuntos que preocupan a la comunidad educativa

Los panelistas marcaron el ritmo de una charla que, como presentación de nuestro programa La Escuela que viene, puso sobre la mesa asuntos que preocupan a la comunidad educativa, no solo en España y en Iberoamérica (región de la que nos acompañaron cientos de participantes alzando sus voces). También del resto de países del mundo.

Las preguntas a los expertos abrieron el foco sobre el impacto que ha sufrido la educación. Alejandra Cardini comenzó la presentación exponiendo la situación social sin precedentes que estamos viviendo. De 250 millones de niños que vivían fuera del sistema educativo, en zonas de emergencia o conflicto, hemos pasado a 1.300 millones, un 70 % de la población infantil mundial; de los cuales, un 40 % viven el desafío de aprender desde sus hogares sin conexión a internet.

Con el mapa de la UNESCO como punto de referencia, nos invitó a tomar la brújula: “Si bien no se discute la velocidad de los cambios, lo que sí que me parece que hay que pensar es la dirección. Cuál es la escuela que se viene, cuál es la que queremos y qué decisiones hay que tomar en el medio para poder ir apuntando el futuro en esa dirección, de más igualdad, de más aprendizaje para todos y todas”.

Carlos Magro tomó la misma dirección: “Innovar en cualquier contexto es un diálogo con la tradición” y continuó hacia el punto en el que nos encontramos. “Hemos visto en muy pocas semanas confinados lo importante que son las escuelas, no solo desde el punto de vista educativo, para sostener la vida de muchísimas personas, también en términos de alimentación, seguridad…”. Con estos datos señaló la lejanía con el cuarto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el que hace referencia a la equidad y a la inclusión.

Como propuesta para poder mermar la inequidad y las incoherencias, habló de repensar el currículo, de lo que merece la pena enseñar y aprender en este momento, de “cuáles son los aprendizajes imprescindibles”. Sin olvidar que las soluciones no solo no le corresponden únicamente a la escuela, sino que se han de abordar desde agentes y sectores distintos.

Alejandra Cardini complementó esta aportación con “la responsabilidad enorme de los estados” ante la oportunidad de la colaboración internacional en la definición de las políticas que “se están pensando intersectorialmente”, con una presencia de mayor peso del sector sanitario y social, para “trabajar más que nunca por esas diferencias que se vuelven más visibles”.

Alfredo Hernando, enfocó la perspectiva temporal y de dirección desde una óptica antropológica. La situación de la humanidad “pre y post COVID19” que nos redefine con un terrible aumento de la brecha social, cultural, económica… transformando incluso el significado de lo que entendemos por escuela. “Una escuela es el lugar donde se aprende, pero no significa que tenga que tener un edificio o un espacio determinado, la escuela puede habitarnos desde el mismo momento en el que podamos aprender”. La combinación de las diferentes dimensiones (física, virtual, curricular, etc.) de la escuela obra el milagro de acompañar el aprendizaje los alumnos.

Hernando señaló que las escuelas innovadoras que nos han traído las mejores prácticas son las “escuelas más preocupadas por el proyecto vital de los estudiantes en todas sus dimensiones y las más preocupadas por los docentes como eje central de ese proceso”, muchas de esas escuelas han recibido esta crisis con menor impacto, “mayor resiliencia y capacidad de crecimiento que otras. Estamos viviendo un laboratorio de innovación educativa mundial” dijo. Ojalá que el análisis de estas escuelas ayude en la construcción de esa escuela que viene y que queremos.

Este primer encuentro virtual ha dejado varias reflexiones centrales sobre las que seguir profundizando:

  • Las enormes brechas existentes y cuál es la función de la escuela frente a las desigualdades.
  • La responsabilidad compartida, por parte de los estados y del conjunto de la sociedad, para dar respuesta a la necesidad de equidad educativa y al diseño de la escuela que está por venir.
  • El sentido de la escuela como espacio físico, virtual, personal y colectivo para adquirir las competencias y habilidades del siglo XXI de las personas y de las sociedades.
  • El déficit de formación del profesorado en tecnología (algo que debería ser un aprendizaje continuo).
  • La necesidad de mejorar también la competencia digital de los estudiantes.
  • La insuficiencia de los currículums para la escuela del siglo XXI.

Queremos que la voz de todas aquellas personas que nos acompañaron llegue lejos, haciendo más patente que nunca que la educación nos une. Estas fueron sus reflexiones a raíz de los grandes temas de debate que lanzaron los panelistas:

 

Alejandra Cardini: “Los desconectados son ahora los grandes excluidos”

Francesc Imbernón Muñoz​: El impacto de la exclusión social se agiganta cuando ponemos la mirada en la infancia y su incidencia en el llamado rendimiento escolar. Es necesaria una toma de conciencia colectiva y una postura ética y política de lucha contra la desigualdad social, la desigualdad escolar y por la equidad y la justicia social y escolar.

Jesús Barrientos: ​Lo que esta situación ha dejado patente es la gran brecha social en el acceso a las tecnologías. La escuela presencial ayuda mucho más a la igualdad, por esto me da miedo esta fuerza en lo online.

Sandra Patricia Gallegos Diaz:La brecha se amplió. Dato estadístico de mi realidad: 620 estudiantes, 367 con internet y 206 con ordenadores. ¿Cómo se hace clases en línea de esta forma? Triste realidad en pleno siglo XXI.

 Enrique Puerto: En las instituciones luchamos por evitar tanta dependencia de la tecnología (celular) y, qué ironía, ahora es una herramienta importante ¿Y la parte humana?

 Pepe Menéndez: ​Esta situación también ha puesto en evidencia que los alumnos necesitan una formación práctica para el uso de las tecnologías educativas. No es cierto que sepan utilizarlas de manera «natural». ​Y los profesores debemos entender que si no ayudamos en la incorporación de estas tecnologías, también crearemos desigualdades.

 Juan M. Núñez Colás​: Pero, ¿no os parece que hay que pensar a la vez en lo urgente y en lo importante? ¿En qué escuela queremos y en cómo afrontamos el día a día en septiembre? ¿Y cómo atendemos a los nuevos marginados?

 

Carlos Magro: “La escuela va a salir reforzada de esto”

 Gladys Renzi​: Agradezco a Carlos que revalorizó y recordó que la escuela tiene que contribuir a un desarrollo humano integral: afectivo, social, motor y no solo intelectual.

 Eduardo Matamoros:La escuela que viene es la que este reto nos llama a construir y esta iniciativa común de ideas es un buen camino.

 Mabel Zimmermann: Para pensar la escuela que viene tenemos que preguntarnos por la ciudadanía que queremos formar y qué características y capacidades necesita ese ciudadano del futuro.

 Nilda Palacios: ​Currículum, tecnologías, conexión, formación docente, relación familia-escuela. En proceso de reflexión y reconfiguración.

 Laura: ​Currículum que plantee también la digitalización de las escuelas y de sus alumnos. La vinculación con las familias y atención a sus necesidades.

 Mar Izuel​: Aspectos clave: ¡Empoderar al alumno para sea auténtico protagonista de su proceso de aprendizaje! ¡Es el momento de optar por una evaluación auténtica!

 

Carlos Magro: “Las escalas de gobernanza de la educación están lejos de la realidad. La responsabilidad se la estamos descargando a los docentes y a las familias”

Carmen Pellicer Iborra​: ¿Pensar no solo la velocidad del cambio, si no en la dirección del cambio? ¿Cuánta autonomía tenemos los docentes para marcar ese horizonte y cuánto de decisiones políticas?

 Amanda Garzón: Sí es bien cierto que como docentes tendremos que generar cambios, pero también la comunidad y las políticas públicas tendrán que entender que la educación debe ser prioritaria. Debiera ser el todo.

Francesc Imbernón Muñoz:​ Esta situación hace que vivamos una permanente emergencia social silenciada desde la ausencia de políticas sociales que, hasta este momento, han hecho poco por dar respuesta a esta situación.

 Carmen Iglesias​: Sinceramente, la política debería ir cediendo el terreno de gestión educativa a especialistas en educación: pedagogos, maestros, familias…

 

Alfredo Hernando: “Este es el episodio Cero de una serie sobre la COVID-19. Hemos inaugurado el primer laboratorio de innovación educativa mundial. Pero la escuela tiene una dimensión física donde son fundamentales los docentes y las familias”

 Mónica Cantón de Celis​: Hemos reaccionado en vez de responder. Y lo hemos hecho como sabíamos, intentando replicar la escuela. Deberíamos plantearnos que si esta situación continúa el modelo de aprendizaje debe ser distinto.

 Carmen Pellicer Iborra​: Existe una conexión entre lo que se hacía en las escuelas antes y cómo se ha afrontado ahora ¿Qué claves de éxito han fructificado ahora, más allá de la brecha digital? Importante la autorregulación, equilibrio socioemocional, funciones ejecutivas y competencias mal llamadas ‘blandas’ que condicionan el afrontamiento de los alumnos, a medida que pasan las semanas.

 René Cardona​: Los padres han retomado un rol que habían relegado casi en su totalidad al docente y a la escuela.

Dolores Álvarez Peralías: ​La escuela también se ha dado cuenta de la importancia de la conexión con la familia.

María Gonzalez: ​El papel del docente no lo suple las tecnologías y los chicos necesitan muchos afectos.

Francesc Imbernón Muñoz​: Pues esta pandemia nos ha traido muchas reflexiones, y una importante es hacer ver que la educación es algo que afecta a todos, no solo en la escuela, en las aulas y a los docentes.

Gustavo Ibarra​: La educación tiene un solo objetivo con múltiples miradas… No debemos perder el centro, que es el niño, y que necesita aprender en todo sentido.

Mar Izuel​: Si no se aprovecha la situación actual para lanzarnos a otro paradigma educativo ya, daremos una mala lección a nuestros alumnos. Queremos que sean personas que aprenden, pues démosles ejemplo.

Jesús Barrientos González: De mi experiencia en este tiempo destaco esto: la necesidad de trabajar actividades diferentes, reflexivas, a partir de la situación que estábamos viviendo. Actividades que yo he llamado de «MetaVida». Compartir sobre que nos supone estar confinadas, sobre la sensación de soledad, sin poder ver a familiares y amigos, motivos de esperanza… Estas actividades han ido a mejor según ha avanzado el confinamiento. De hecho, cuando menos motivación veía en los rostros de las alumnas (para ellas esto ha sido muy duro…) las reflexiones eran de más calidad… La «dureza» de algunas situaciones familiares, el tener videoclases, ha sido una forma de entrar en sus casas y ahí veías situaciones complicadas, no de violencia o de maltrato (eso no se percibía) pero si de ambientes difíciles. Esto es mitigado por la escuela presencial.

Ramón Besonías: Escuchando este debate a cuatro voces sobre el futuro de la escuela al claroscuro de este escenario de confinamiento, ofrecido por #FundaciónSantillana #laescuelaqueviene, me gustaría compartir algunas reflexiones: cualquier docente que haya intentado innovar a través de herramientas digitales sabe que la dotación ha ocurrido a una velocidad mucho más rápida que la transformación estructural del sistema educativo en lo referente a metodologías de trabajo y formas de evaluación… La idea de que las herramientas digitales solo son repositorios de contenidos para uso pasivo por parte del alumno ha protagonizado la vida de las escuelas en la última década.

Cerramos esta suma de voces con la de Emiliano Martínez, vicepresidente de Fundación Santillana. Recientemente, escribía en un diario bajo el título Educación tras la pandemia estas palabras: “Hay que recuperar a los que se rezagan, sí, y eso implica una atención específica, y una organización adecuada del modo de enfrentarla. Pero cuando se hablaba en una reforma de hace casi tres décadas de atención a las diferencias, englobaba también los talentos específicos que hay que cultivar. No se pueden olvidar ni desatender, por el respeto que merecen esos alumnos, por el bien de la sociedad que se beneficiará de sus logros futuros.

No, el igualitarismo es una visión tan inaceptable como el elitismo. La educación tiene el reto, técnico y ético, no lo olvidemos, de manejar la complejidad: no dejar a nadie atrás, descolgado, y a la vez, alcanzar niveles de calidad y atender la creación de talento diferenciado.

¿Estaremos tras la pandemia con ilusión y fuerzas para abordar este desafío? ¿Habrá demanda social, iniciativas docentes, impulso político? Los necesitamos”.

Aquí puedes ver el vídeo completo de la conversación de lanzamiento de La escuela que viene.

El programa La escuela que viene no ha hecho más que empezar. El próximo 14 de mayo a las 17:00h. de España comenzamos el primer ciclo de reflexión bajo el tema «El sentido de la escuela», en el que participan Inés Dussel, Sofía Deza y Daniel Brailovsky. El panel estará moderado por Carlos Magro. 

La educación nos une.