Acepto las condiciones
Veinte años después de la masificación de internet esta plataforma ha dejado de ser concebida solo como una herramienta de inclusión. Hoy genera y amplifica nuevas formas de poder y control: vigilancia, influencia y manipulación, extorsión, pérdida del autocontrol o sobrecarga cognitiva.
Ignorar estos temas establece nuevas brechas digitales. Vivimos una suerte de feudalismo digital en el que unos pocos administran los datos y una gran población los entrega sin recibir una compensación económica. La concentración del poder digital en unas pocas compañías (Google, Facebook, Amazon, Apple o Microsoft) no solamente está generando nuevas formas de poder y control que exacerban las ya existentes, sino que además crea nuevas formas de exclusión y periferia.
Por décadas se sostuvo que un uso diestro de la tecnología generaría ventajas a quienes pudieran adaptarse a estas nuevas herramientas, pero la realidad que hoy vemos es diferente. Ciudades plagadas de «smartphone zombies» (sujetos que se obsesionan tanto con los medios y redes del mundo digital que pierden la noción de lo real), quienes en vez de utilizar la tecnología son utilizados por ella.
A través de estas páginas se cuestiona la supuesta neutralidad de la tecnología. Se explora en qué medida los algoritmos que dan vida a las herramientas digitales se convierten en el nuevo oráculo, la interfaz de conexión con la realidad, una realidad modificada para satisfacer los intereses de unos pocos. En este escenario, los Estados llegan tarde a esta discusión y la población a nivel individual carece de las herramientas para poder regular y administrar su vida digital. Es crítico comprender las limitaciones de la era actual, tomar en cuenta que la estupidez artificial, derivada de sistemas que ofrecen de manera automatizada pobre o mala información, puede ser más peligrosa que la falta de información oportuna. Hoy resulta necesario desarrollar una nueva comprensión de lo que significa alfabetismo digital crítico, una ciudadanía digital que permita comprender y actuar frente a las nuevas reglas del juego.
Es el fin de la luna de miel digital. A través de la voz de diferentes expertos internacionales se exploran interrogantes como: ¿qué hacer para revertir las actuales asimetrías de poder?, ¿quién observa a los que nos observan?, ¿por qué pareciera que trabajamos en beneficio de las compañías tecnológicas renunciando a una buena parte de nuestros derechos individuales? o ¿es posible transparentar y auditar estas herramientas? En una sociedad fuertemente influenciada por los datos, ¿no es necesario contar con una nueva forma de propiedad de los datos que beneficie y proteja a los ciudadanos?
Para afrontar los retos que plantea el panorama tecnológico actual es necesario responder de manera transversal, inclusiva y abierta a la pregunta: ¿cómo se prepara a la sociedad para actuar frente al cambiante panorama tecnológico?