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La educación en un mundo cambiante

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La segunda jornada de la Semana de la Educación contó con la participación de Francisco Ruiz Antón, director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de Google España y Portugal, cuya ponencia trató sobre el impacto de las TIC en la sociedad; el mexicano Andrés Sandoval-Hernández, jefe de la Unidad de Investigación y Análisis de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), que presentó los resultados del Estudio Internacional de Alfabetización Computacional realizado entre 60.000 estudiantes de 13 años en 21 sistemas educativos mundiales; y César Molinas, experto economista de la consultora Multa Paucis, que habló del papel de la educación en la construcción del futuro de España.

“Una cosa es que un niño sepa usar un soporte digital para jugar o meterse en Internet y otra muy distinta que tenga las competencias digitales necesarias para sacarle partido a todo lo que le ofrece la tecnología a nivel educativo. Esto es lo que hay que enseñar en la escuela en materia de tecnología pues no basta con que los estudiantes de hoy sean nativos digitales.” Así se expresaba Andrés Sandoval-Hernández al presentar el primer estudio sobre la competencia digital de los estudiantes y el contexto escolar y familiar en el que la adquieren. Un estudio que revela, por ejemplo, que los ordenadores en la escuela, que los hay –de media hay uno por cada 18 niños, aunque en países como Noruega hay uno para cada dos alumnos, mientras que en Turquía hay uno para cada 80 estudiantes–, no se usan para desarrollar el tipo de competencias que les van a servir en un futuro para desenvolverse en el colegio, en el mundo laboral y en la sociedad.

“Solo el 2% de los alumnos analizados sabe seleccionar en Internet las informaciones relevantes de las que no lo son”, explicó Sandoval a propósito de este estudio que no incluye a los alumnos españoles, aunque el experto anunció que España participará en el próximo estudio del organismo al que representa, la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA). El país con más alumnos que demuestran tener pensamiento crítico a la hora de analizar la información aparecida en Internet es Corea del Sur (el 5%), seguido de Australia (4%) y la República Checa (3%). Respecto a la frecuencia con que se usan los ordenadores, Sandoval especificó que el 87% de los estudiantes utiliza el ordenador en el hogar al menos una vez por semana –sobre todo para meterse en redes sociales y mandar mensajes–, mientras que el 54 % lo hace en la escuela al menos una vez al mes y, fundamentalmente, los alumnos usan programas como Word y PowerPoint.  En cuanto a los profesores, según el estudio, menos del 50% se siente seguro a la hora de usar las nuevas tecnologías para realizar tareas complejas. “Es necesario diseñar políticas enfocadas a la capacitación de los maestros para que utilicen más las herramientas que ofrece la tecnología porque los niños no van a aprender solos”, explicó el experto al término de su intervención.

2.500 millones de personas conectadas a Internet

Las cifras que hablan del impacto de las TIC en la sociedad son abrumadoras: 2.500 millones de personas conectadas a Internet; más de 600 millones de sitios web en el mundo; 300 horas de vídeo subidas cada minuto a Youtube; 150.000 millones de emails. “Y aún faltan 5.000 millones de personas por conectar”, explicaba Francisco Ruiz Antón, director de Políticas Públicas y Relaciones Institucionales de Google España y Portugal, quien aseguraba en su intervención que la revolución tecnológica global a la que estamos asistiendo se estudiará, en breve, en los libros de Historia. Una revolución que, desde el punto de vista económico, supone el 5% del PIB de los países del G20 y de la Unión Europea y el 2,6% de impacto en la economía española.

“El modelo educativo cambiará enormemente en los próximos años”, augura Ruiz Antón, para quien las tecnologías vienen a democratizar la educación al favorecer el autoaprendizaje y el conocimiento colectivo. “Internet está cambiando la enseñanza y el riesgo es que la comunidad educativa sea la última en enterarse”, dijo el experto antes de ceder la palabra al economista César Molinas, quien aseguró que será imposible que España recupere los índices de empleo de 2008 si no se hace un profundo cambio en la enseñanza. Un cambio que, en la línea de lo que expuso Francesc Pedró en la jornada inaugural –y que denominó la clase invertida–, pasa porque los alumnos tomen las clases en sus casas y hagan los deberes en la escuela. “Olvidémonos del temario y vayamos al problemario”, dijo el reconocido analista y comunicador, quien concluyó su intervención reflexionando sobre la necesidad de desarrollar centros de excelencia públicos y dejando una pregunta en el aire: ¿Para qué queremos llegar diez minutos antes si no vamos a ninguna parte?”