La Fundación Santillana ha formalizado su participación en la coalición para las Habilidades Transversales del Siglo 21 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el compromiso de ayudar a los países de América Latina y el Caribe a avanzar hacia una educación inclusiva, equitativa y de calidad.
La coalición es una alianza de participación abierta constituida en octubre de 2019, liderada por el BID, que promueve el desarrollo y fortalecimiento de las habilidades transversales en América Latina y el Caribe. El BID invita a las organizaciones públicas y privadas interesadas a sumarse a la iniciativa con el fin de capitalizar los cambios acelerados que se están dando en el mundo, sobre todo en términos tecnológicos, para transformar a los individuos y a los países de la región.
Esta coalición cuenta con más de 34,7 millones de dólares en financiación que se destinarán a la realización de proyectos para fomentar estas habilidades entre los niños y niñas y jóvenes de la región.
Aporte de la Fundación Santillana
El principal aporte de la Fundación Santillana a la coalición es la promoción de actividades conjuntas para estimular el desarrollo de las habilidades del siglo 21 como ejes del ciudadano competente. Su contribución también se enfocará en impulsar propuestas que respondan a las nuevas tendencias pedagógicas.
La Fundación Santillana tiene presencia en 18 países (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela), y a través de esta alianza busca fortalecer el aprendizaje significativo, colaborativo, cooperativo, por descubrimiento, observacional y experiencial para construir conocimiento y formar ciudadanos comprometidos.
La coalición está dentro del marco de acción de la iniciativa de Habilidades del siglo 21 impulsada por el BID. Esta iniciativa surge como respuesta a los nuevos retos a los que se enfrenta el individuo del siglo 21, que se desenvuelven en un entorno extremadamente dinámico con un mercado laboral cambiante y sociedades cada vez más diversas.
Una coalición con 28 socios
Con la Fundación Santillana a bordo, ya son 28 socios del sector público y privado que suman sus esfuerzos a esta coalición: Ashoka , CLOO Behavioral Insights Unit , D2L , Education Above All , Empresarios por la Educación-Colombia , Forge , Fundación Danilo Perez , Fundación F.C. Barcelona , Fundación Gratitud , Fundación Scholas Ocurrentes , Google , GRAMMY Music Education Coalition , Holberton School , iNNpulsa , ISTE , Minerva , REDUCA , Skills Agility Lab , SKT Telecom , Think Equal , TUMO Center for Creative Technologies , Virtual Educa , Fundación Real Madrid, MEDUCA, Laboratoria, Fundación Trilema y la Fundación Santillana.
Una de las acciones concretas de la coalición en respuesta a los desafíos generados por COVID-19 es la creación de un espacio virtual en el cual sus miembros están compartiendo información, ideas y conocimiento a través de una serie de blogs sobre la importancia de la educación y las #habilidades21 en este contexto.
Desigualdad y violencia en la región
Según el informe publicado por el BID El futuro ya está aquí: Habilidades transversales de América Latina y el Caribe en el siglo XXI, además de los desafíos globales, la región de América Latina y el Caribe enfrenta desafíos específicos que hacen que no esté particularmente bien posicionada para enfrentar los retos de la Cuarta Revolución Industrial. La región convive con altos niveles de desigualdad, una brecha de habilidades importante entre lo que las empresas buscan y lo que encuentran en el mercado laboral y tasas de violencia extremadamente altas, no solo en la calle, sino también en la escuela y en el hogar.
La mayor parte de los países de América Latina y el Caribe redujeron sus niveles de desigualdad desde los años noventa, pero siguen siendo altamente desiguales. Los trabajadores menos cualificados son los que más van a sufrir, dado que el cambio tecnológico favorece las habilidades de orden superior. Las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial, van a ir desplazando progresivamente a los trabajadores, especialmente a los que desarrollan tareas que requieren un menor nivel de cualificación. Esto implica que el crecimiento y la riqueza generado por las nuevas tecnologías no va a llegar a las personas más vulnerables.
Altas tasas de abandono escolar
En el contexto actual, las tasas de abandono escolar en la región son alarmantes. Aunque es cierto que las razones económicas siguen siendo una causa fundamental del abandono, la falta de interés y la desmotivación de los estudiantes son también una parte importante del problema. Los estudiantes no reciben habilidades básicas de calidad (los resultados en las pruebas PISA sitúan a la mayoría de los países de la región a la cola de los países evaluados).
La relevancia de los aprendizajes también es baja, dado que en muchos casos no reciben habilidades del siglo XXI, y además las tasas de repitencia y rezago hacen que los estudiantes se sientan excluidos del sistema, se vayan desconectando, poco a poco, y acaben fracasando en la escuela. Una vez que el individuo, a la edad que sea, se desengancha de la ruta del aprendizaje es difícil que vuelva a reengancharse, perdiendo así la posibilidad de adquirir una habilidad clave: “aprender a aprender” a lo largo de la vida.
Este informe es una llamada a la acción: si los sistemas educativos y de formación no empiezan a proveer las habilidades que los niños y jóvenes necesitan, los estudiantes seguirán abandonando la escuela y los centros de aprendizaje formales.
En este contexto, en el que las nuevas tecnologías irán desplazando a gente que no tenga las habilidades necesarias, tendremos que elegir entre asumir los costes de personas que han quedado fuera del sistema productivo o invertir en formar gente para que nunca sea desplazada de este.
Formación holística y de calidad
Dotar a niños y jóvenes de bajos ingresos, dentro y fuera de la escuela de oportunidades y de acceso a una formación holística y de alta calidad que desarrolle las habilidades básicas tradicionales como la lectoescritura y las matemáticas, pero que incluya programas para desarrollar también habilidades fundacionales que formen individuos con la mentalidad adecuada, ha dejado de ser una opción para pasar a ser un imperativo.
Desde Fundación Santillana mostramos nuestra gran satisfacción por formar parte de esta coalición que nos permitirá contribuir a mejorar y trabajar esas habilidades con las que aún no cuentan muchos niños, niñas y jóvenes de esta región. Es un paso más en nuestro objetivo de trabajar por y para la educación, especialmente en los lugares más desfavorecidos. Porque la educación nos une.