La educación necesita hacerse preguntas. Y también buscar las respuestas a través de las reflexiones de quienes trabajan por y para ella. Nosotros, Fundación Santillana, como agentes educativos, como parte del sistema que tiene la educación como pilar y fundamento de su día a día, nos las hacemos también y las formulamos a quienes pueden aportarnos luz.
Preguntas como ¿cuál es el sentido de la escuela? ¿Por qué deben ir los niños y los jóvenes a la escuela? ¿Cuáles son los objetivos de la escolarización? ¿Para qué sirve todo este esfuerzo que hacemos, que hacen nuestros niños y jóvenes, sus familias, los docentes, las escuelas, la sociedad en su conjunto? ¿Qué vale la pena aprender en un mundo cambiante, crecientemente complejo, problemático y desigual? ¿Qué significa hoy estar alfabetizado? ¿Qué deberíamos enseñar hoy en la escuela? ¿Quién debe decidirlo? ¿Puede el currículo abarcarlo todo? ¿Qué da la escuela que no dan otros contextos educativos? ¿Es posible pensar en una educación a prueba de futuro? o ¿Qué sentido tienen conceptos como las competencias o las habilidades? son algunas de las que se ha formulado Carlos Magro, presidente de la Asociación de Educación Abierta, y que ha transmitido a un conjunto de expertos Iberoamericanos de diferentes ámbitos que ahora cobran un sentido diferente.
Un espacio lleno de ideas
Todas ellas aparecen en el nuevo espacio de nuestro blog denominado Enclave de educación (#enclaveFS) www.fundacionsantillana.com/ed21/en-clave-fs-portada/ y que nos gustaría que visitaras para que te unieras tú también a la conversación.
Fundación Santillana acaba de recopilar en este documento varias de las conversaciones que Magro ha mantenido con algunos de estos expertos y que nos abren los ojos para ver mejor algunos de los conceptos más difusos de la situación educativa.
Casualmente, muchas de estas charlas, realizadas en los últimos meses, ponen de manifiesto la realidad en la que nos encontramos ahora mismo como si de una premonición se tratase: la vida ante un gran cambio como es el que está marcando en nosotros la crisis del coronavirus.
Hoy, precisamente en estos momentos de la historia, es necesario formularse estas preguntas con más intensidad que nunca y reflexionar profundamente sobre ellas. Pero no con prisas, si no de manera reflexiva, sin urgencia. Es evidente que el mundo está cambiando y que estamos viviendo como consecuencia de ello un auténtico shock a nivel educativo.
Charlas con expertos
Estas reflexiones se llevan a cabo con seis expertos y cada una de ellas nos desvela diferentes claves que nos ayudan a responder a todas esas preguntas que acabamos de mencionar unos párrafos más arriba. Ellos y ellas son Elena Martín, catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UAM; Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid; Carmen Pellicer, presidenta de la Fundación Trilema; Cristóbal Cobo, director del Centro de Estudios de la Fundación Ceibal; Eduard Vallory, presidente del centro UNESCO de Cataluña y Alfredo Hernando, Psicólogo y Creador del proyecto Escuela 21.org
Algunas de estas conversaciones ya están disponibles en el apartado #enclaveFS de nuestro blog. Otras están aún por ver la luz, pero lo harán muy pronto. Después vendrán muchas más. Recorren caminos educativos tratando de analizar cada uno de los baches que se encuentran en ese recorrido: leyes educativas, miedo a tomar decisiones valientes para cambiar el currículum, cómo introducir competencias dentro de esos currículums, el modelo de persona que queremos construir desde los centros educativos…
Retos de los sistemas educativos
Así, Alfredo Hernando nos habla de las cuatro grandes cosas que la escuela tiene que lograr: “que las personas desarrollemos proyectos vitales completos, seamos competentes (estemos alfabetizados, sepamos hacer facturas, sepamos sobre nuestra historia, sepamos sobre el origen de la vida), nos insertemos en una sociedad democrática, socialicemos con otras personas y sepamos vivir en el mundo (en lo cercano y en lo lejano), y tengamos un perfil profesional, podamos trabajar. Estos han sido, históricamente, los cuatro grandes retos para los que se han organizado los sistemas educativos”.
Pero debemos introducirnos más en la afirmación del experto para ver si todo eso se sigue manteniendo y si a esos principios habría que añadirles alguno más, tal vez adaptado a los nuevos tiempos que vivimos. Y, ahora más que nunca, inciertos.
Las reflexiones abordan la cuestión curricular y analizan si los currículums deberían diseñarse pensando en un tipo de persona que ya es diferente. También cuestionan si los estudiantes deberían o no participar en su diseño en un acto de libertad, responsabilidad y autonomía que el propio sistema educativo debería darles.
“Cuando hablamos de que la escuela tiene que hacer con sus alumnos un proceso de transformación del mundo, porque han heredado todos los problemas que nosotros les hemos ido dejando, creo que esta urgencia de transformación social o se pone en primer lugar o la aguja del Apocalipsis va a llegar ahí mucho más rápido de lo que pensamos”. Parecería que Hernando estaba pronosticando algo muy parecido a lo que ahora mismo nos está ocurriendo. «Queremos, además, ciudadanos que sepan discernir lo que son fake news o no, que vayan a las fuentes, que lo hagan por escrito o lo hagan por digital. Muy bien. Pero ¿dónde está eso en el tiempo, en el espacio, en las actividades que le dedicamos en una semana con nuestros alumnos?”.
Ciertamente, ahora nos damos cuenta de que quizá esto no ha estado tan presente en el aula como nos habría gustado.
La escuela es creadora de igualdad
Para Carmen Pellicer, otra de las conversadoras, “es fundamental que la escuela sea creadora de igualdad, creadora de democracia, creadora de valor y creadora, sobre todo, de posibilidades de elección de futuro… Yo diría que estamos en un mundo tremendamente cambiante y un poco incierto, aunque sea volver sobre lo que repiten los gurús de las charlas TED, que suelo decir. Pero es verdad. Es cierto que es un mundo muy cambiante y, sobre todo, quizá, yo destacaría, por el lugar donde nos encontramos, un mundo que funciona a velocidades diferenciales, muy distintas”
En su reflexión hace hincapié en que es el sistema el que tiene que estar al servicio de cada niño y no cada niño ajustarse al listón que marca el sistema. “Entonces, necesitamos romper claramente toda la estructura organizativa curricular de tiempos, de espacios, de clases…”
No hay duda de que el rediseño del currículum es uno de los temas más recurrentes y que más preocupa a los expertos.
¿Van las habilidades a la par que la realidad?
Habilidades necesarias para adaptarse a situaciones nuevas, la necesidad de repensar lo que se debería enseñar en los centros educativos, pensar en una educación a prueba de futuro… los conversadores profundizan en estas cuestiones. “Sabemos que los saberes tienen que dialogar entre sí. Pero las habilidades las desagregamos de una manera un poco hipersimplificada y bastante lejos de cómo se implementan en la realidad”, dice Cristobal Cobo.
En estas conversaciones se pone el énfasis en el hecho de que todos somos ciudadanos del mundo, y no solo de una ciudad. Nuestros actos, por lo tanto, se transmiten como una reacción en cadena fuera de los límites de nuestra esfera política habitual. ¿No es eso exactamente lo que estamos viviendo en estos momentos? Para Mariano Fernández Enguita, por ejemplo, “el mundo siempre ha sido desbocado, es decir, nadie había planeado la Primera Guerra Mundial o las catástrofes naturales o las grandes migraciones. Son cosas históricamente imprevistas, por lo menos para los que educaban a los niños que luego protagonizarían esos procesos. Pero teníamos un programa. Es decir, creíamos que la sociedad iba a ser, pues una sociedad industrial y rica por ello o una sociedad democrática o socialista o comunista o un sistema de pequeñas cooperativas proudhonianas”.
Análisis necesarios
El análisis que estos especialistas hacen de las habilidades que deben tener los estudiantes y que deben adquirir en la escuela y a lo largo de la vida tiene un peso específico fundamental en estas conversaciones. Y son, además, análisis muy necesarios. Se habla de ellas como una puerta para conectar la escuela con lo que ocurre fuera de ella y la necesidad de que esta utilice la realidad, puesto que estas competencias se desarrollan en situaciones próximas a la realidad. “El gran fracaso de las competencias viene de que no solo nadie las comprendió, sino que nadie capacitó a los docentes para desarrollarlas”.
Animamos a nuestros lectores y seguidores, a aquellas personas a las que nos une una profunda motivación educativa a revisar estas conversaciones y a reflexionar sobre las diferentes cuestiones que en ellas se plantean. Creemos que son de gran utilidad para tener una perspectiva más global y más amplia sobre el futuro de la educación, sobre lo que espera a nuestros estudiantes y sobre los objetivos prioritarios de la escuela en estos momentos.
Nos gustaría que te unieras a este diálogo y a este análisis profundo y sin prisas sobre todos estos asuntos que tenemos que tratar de solucionar para formar a personas capaces de adaptarse a este mundo cambiante.
Sabemos que las vas a disfrutar. Porque la educación nos une.