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Anuario 2020: La organización Todos Pela Educação y la editorial Moderna lanzan publicación con datos fundamentales para monitorear la enseñanza en Brasil

El cierre de las escuelas y la interrupción de las clases presenciales justo al comienzo del año lectivo de 2020 impusieron nuevos desafíos a la educación mundial. En el caso de Brasil, que presenta un escenario de lentos avances, aunque progresivos en la mayoría de los casos, y de extremada desigualdad, los perjuicios que la pandemia de covid-19 va a dejar todavía están siendo analizados. Planear la retomada de las actividades presenciales, por ejemplo, es una de las urgencias que se presentan en este momento, y es imperativo que las soluciones se construyan apoyadas en las mejores informaciones disponibles, en un trabajo continuo para dirimir el enorme vano que separa a los alumnos de un nivel socioeconómico más alto y uno más bajo.

En asociación con la casa editorial Moderna, el movimiento Todos Pela Educação lanza hoy día 23 la novena edición del Anuário Brasileiro da Educação Básica 2020 (Anuario Brasilero de la Educación Básica.  La publicación, ya tradicional en el monitorea de la enseñanza brasilera, trae más de 200 gráficos y tablas con datos e informaciones que permiten una lectura más amplia y profunda de lo que viene sucediendo en la educación brasilera en los últimos años (ve abajo más informaciones sobre el material).

En este año de elecciones municipales la edición cuenta con una novedad: la sección especial sobre la educación en los municipios. Se  trata de análisis e indicadores que dialogan con las responsabilidades prioritarias de estos entes en materia de Enseñanza Pública, separándolos de acuerdo con el tamaño de su población. La nueva edición trae también el ya tradicional resumen de los datos de educación de cada estado y del Distrito Federal, esta vez en forma más detallada.

De acuerdo con el material, la literatura basada en evidencias muestra que los alumnos que tienen clases totalmente a distancia aprenden menos que aquellos tienen la vivencia presencial en las escuelas, descontando la influencia de otros fatores que afectan el desempeño académico. La crisis económica instaurada también amenaza la financiación de la educación. En el ámbito estadual, se estima que la carencia de R$ 30 000 millones para evitar un posible colapso financiero de las redes públicas de educación. Estos y otros desafíos se presentan en el Anuario acompañados de análisis estadísticos inéditos que sirven de fundamento para nuevas evaluaciones, estudios, reportajes y tomadas de decisiones.

El Anuario muestra que hubo muchos avances a largo de las últimas décadas en la Educación Básica como el aumento de la atención escolar entre los 4 y los 17 años, pero también explicita los desafíos que se profundizarán por la paralización prolongada de las clases presenciales como el probable aumento de la desigualdad en el aprendizaje y la caída de la cantidad de alumnos que concluyen la Enseñanza Media a la edad justa. Si antes no era imprescindible la necesidad de hacer cambios estructurales en la enseñanza, la crisis del covid-19 amplía la urgencia de una alianza intersectorial para amenizar los impactos de la pandemia y fortalecer la educación como pilar de reconstrucción del país”, explica Priscila Cruz, presidenta ejecutiva de Todos Pela Educação.

Para contribuir a enfrentar las consecuencias negativas de la pandemia, la reunión y el análisis cualificado de los datos de la educación es fundamental, señala Luciano Monteiro, diretor de Relaciones Institucionales de Moderna. “El Anuario es una de las publicaciones más completas para hacer una radiografía de la Educación Básica. Especialmente este año por el contexto de la pandemia y las elecciones municipales, el trabajo robusto de análisis inéditos realizado en el material y la serie histórica que hemos puesto a disposición a lo largo de los últimos nueve años son de gran valor para la formulación y el seguimiento de las políticas nacionales que prioricen la educación”, afirma.

Lee a continuación cuatro aspectos fundamentales que deben ser destacados para repensar los avances y desafíos en materia de enseñanza, especialmente frente a la pandemia del coronavirus.

Desigualdad en la conclusión de la Enseñanza Media

Los ingresos de la familia de un joven impactan severamente en sus chances de concluir la Educación Básica. De acuerdo con el Anuario, mientras el 87,9 % de los jóvenes de 19 años pertenecientes a los domicilios más ricos habían completado la Enseñanza Media en 2019, esa proporción fue de apenas el 51,2 % entre los más pobres. La disparidad entre los niveles socioeconómicos (NSE) también existe en el aprendizaje: 7 de cada 10 estudiantes con un NSE alto del 3.º año de Enseñanza Media aprendieron lo adecuado en Lengua Portuguesa en 2017; mientras que entre los alumnos de un NSE bajo esa proporción fue de 2 de cada 10. Estos y otros datos presentados en el Anuario tornan evidentes las enormes iniquidades educativas existentes en el país, hecho que precisa ser objeto de máxima atención por parte del poder público en respuesta a los nuevos desafíos derivados de la pandemia.

Financiación de la Educación

Además de las elecciones municipales y de enfrentar una crisis financiera, 2020 ha sido también un año fundamental para la financiación de la Educación Básica. En diciembre de ese año la vigencia del Fondo de Mantenimiento y Desarrollo de la Educación Básica (Fundeb), principal mecanismo de financiación de este ciclo, llega a su fin.

Teniendo esto en vista, el Anuario 2020 trae datos sobre la importancia de esa política para las redes de enseñanza del país: para el 86% de los municipios brasileros, los recursos del Fondo representan más de la mitad de la disponibilidad fiscal para invertir en educación. En otras palabras, en el caso de que el Congreso Nacional no vote y apruebe un nuevo Fundeb este año, 9 de cada 10 ciudades brasileras van a perder una parte relevante de su presupuesto destinado a la enseñanza. Justamente en un momento en que estudios fiscales proyectan un aumento en los gastos del área para minimizar los daños derivados de la pandemia.

Esta situación requiere una especial atención en lo que respecta a la financiación en las regiones más vulnerables de Brasil, en las que el Fondo corresponde a la gran mayoría (un 75 % o más) de los recursos vinculados a mantener y desarrollar la enseñanza. En la región Nordeste, el 76 % de los municipios se encuentran en esta situación y, en el Norte, un 54 %, según datos de 2015.

Profesor

A pesar de ser el centro de la garantía de una enseñanza de calidad, los profesores todavía enfrentan desafíos relacionados a la formación adecuada para las disciplinas que dan. Además de la reinvención impuesta por la enseñanza remota en la crisis del covid-19, falta también preparación para lidiar con los diversos desafíos del salón de clase. Datos del Censo Escolar de 2019 muestran que apenas el 56,8 % de los grupos de los años finales de la Enseñanza Fundamental poseían profesores con una formación compatible con las disciplinas que enseñaban. Mientras que en Lengua Portuguesa, 3 de cada 10 clases no tenían profesores con formación compatible, en Matemática la proporción era de 42,2 %. Datos como estos refuerzan la relevancia de programas de formación continua destinados a los docentes, políticas esenciales para dar una respuesta adecuada a la crisis del covid-19 y mejorar la calidad de la enseñanza en Brasil.

Enseñanza en tiempo integral

A pesar de los desafíos educativos, el Anuario también muestra importantes avances en cuanto a la educación en los últimos años como es el caso de la enseñanza en tiempo integral, la que es importante para dar respuesta a los desafíos de la desigualdad, el aprendizaje y la formación integral, especialmente de alumnos en situación de vulnerabilidad. Esta modalidad cuenta con 5 millones (14,2 %) de matrículas en la red pública, con aumento, sobre todo, en la Enseñanza Media. En este ciclo el crecimiento en todo Brasil fue de 8 puntos porcentuales en los últimos nueve años, yendo de representar un 2,8 % de las matrículas en tiempo integral en 2011 a  un 11,7 % en 2019. Entre los estados se destaca Pernambuco, que contabiliza el 52,1 % de las matrículas de esa modalidad en la Enseñanza Media en la red pública; por otro lado, se encuentra Pará, que tiene una proporción ínfima de inscripciones en esta misma modalidad y ciclo: 2,6%.

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